LA MOCHILA EN 2018

El primer día que entre en un Cole, después de terminar mi carrera, quedé totalmente decepcionada con lo que encontré (curso 92-93). El cole "se caía a pedazos". Han pasado varios años desde entonces y he recorrido muchos centros. En todos ellos, las carencias

siguen existiendo y la Escuela sigue sin satisfacer todas nuestras necesidades y sin evolucionar como quisieramos.

Y yo me hago la siguente pregunta:
¿Cómo es posible que habiendo tantos avances tecnológicos, en los transportes (podemos realizar viajes espaciales), y en toda la sociedad en general, esto todavía, a día de hoy,  no se perciba en la Escuela, que es el eslabón principal entre la familia y la sociedad?

Aplicando la fantasía e ilusión que tenemos cuando somos niños y como profesionales de la educación, llenaríamos nuestra mochila del futuro con los siguientes sueños:

1. Escuelas acogedoras, con jardines y patios preparados para los más pequeños.
2. Aulas espaciosas y llenas de materiales, para estimular la creatividad e interés de nuestros alumn@s.
3. Recursos humanos suficientes para atender las necesidades de los niñ@s.
4. Una escuela donde quepamos toda la Comunidad Educativa y en la que participemos todos en el proceso de enseñanza-aprendizaje de manera activa.
5. Bibliotecas escolares llenas de preciosos libros, que inviten a los alumnos a practicar la lectura y aprender con ellos.
6. Y para terminar, por no pedir demasiado, ordenadores y nuevas tecnologías suficientes para todos los alumnos, para hacer el aprendizaje mucho más dinámico.

Estamos subiendo por una gran escalera, día a día un peldaño y no debemos descansar, aunque a veces nos tropecemos, para conseguir los sueños de esta mochila  que llevaremos al Cole en un futuro, espero, no muy lejano.